Al llegar diciembre a muchas personas nos entran sentimientos de compasión y caridad. Sería bueno que esos sentimientos no se dieran sólo en diciembre, ya que debería ser algo de todo el año, pero bueno, algo es algo peor es nada. Por lo tanto, acordémonos de aquellas personas que alrededor de nosotros pudieran tener una necesidad apremiante y que en nuestro poder esté la capacidad de aliviar su dolor. Una sonrisa, un buen deseo, una tarjeta, un saludo, son detalles que no cuestan nada pero que ayudan a que nuestro mundo sea más amable. En diciembre vemos muchas fiestas, muchos adornos, muchas compras, pero se nos olvida que es una época para que se dé un nuevo nacimiento, el nacimiento de una nueva persona, más compasiva, más amorosa, más optimista, pero desafortunadamente, después de diciembre sólo queda el guayabo, las deudas, los kilos de más, y ya. Si quieren hacer filantropía con colaboración material, les sugiero por ejemplo que ayuden a la organización UNICEF, que ayuda a niños de todo el mundo, o si están en Colombia pueden colaborarle a la Fundación Niños de los Andes. Son dos pequeñas sugerencias, pero si quieren, colaboren de la forma que quieran, y pasen una feliz navidad y un feliz año 2.008.
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