1.000 MILLONES DE PERSONAS TIENEN HAMBRE EN EL MUNDO

El programa para la alimentación de las Naciones Unidas emitió este preocupante dato en su último informe. 1.000 millones de personas no tienen para comer en el mundo, lo que equivale más o menos a una sexta parte de la humanidad. Nos encontramos en el tercer milenio de la era cristiana, y el mundo no ha resuelto un problema tan elemental como éste, lo que es realmente vergonzoso para nuestra civilización. El Hombre ha podido llegar al espacio, ha construido enormes edificios como aeropuertos o puentes, ha llevado el avance en telecomunicaciones hasta límites impensables, pero todavía no puede darle de comer a la sexta parte de la humanidad.
Para algunos, que todavía piensan que la filantropía o la cooperación no es más que una moda o un capricho pasajero, les tengo una mala noticia: la filantropía y la cooperación en los actuales momentos son más que necesarias para salvar a la raza humana. No podemos caer en teorías darwinistas sociales como que "los fuertes sobreviven y los débiles no", esas teorías fascistas del poder del más fuerte llevaron a la destrucción de Alemania y posiblemente si prevalecen en ciertos ámbitos podrían poner en peligro la supervivencia de toda la raza humana.
Hoy, no podemos ser indiferentes a esas 1.000 millones de personas que no tienen para comer, debemos poner nuestro granito o nuestro granote de arena para bajar los índices de estas cifras tan preocupantes. En este blog he pregonado como voz en el desierto la necesidad de un cambio de paradigmas en la política, en la economía, en la filosofía, para poder contrarrestar este mal tan indeseable como el hambre a nivel global. Muchos piensan que dando limosnitas en la calle pueden ayudar a resolver este problema, pero no, y ya hemos hablado de este tema, las limosnas ha veces agrandan el inconveniente no resuelven nada, pero una acción definida hacia un cambio de mentalidad en las estructuras más sensibles de la sociedad humana sí llevarían a combatir el hambre en el Planeta Tierra.
Cuando se piensa en cambios, muchos se imaginan que se debe volver a ese viejo debate de mercado vs. Estado, o de socialismo vs. capitalismo, yo pienso que ese debate está agotado, ya que es necesario el mercado, es necesario el capitalismo, pero también es necesario el Estado, y el sector público. No estoy proponiendo una especie de "tercera vía" como la que defendía Tony Blair en Inglaterra - un poco de Estado, un poco de mercado-, no, lo que debe impulsarse es una defensa férrea de la libertad humana, un apoyo irrestricto a un Estado eficaz, y una concepción de la cooperación y de la ayuda que determinen un nuevo paradigma para la sociedad humana. Lo anterior no es nuevo, ya que el ideal de la Revolución francesa era ése -"libertad, igualdad y fraternidad"-, el problema fue que a algunos se les fue la mano en la libertad y la convirtieron en libertinaje, a otros la igualdad se les transmutó en dictadura, y la fraternidad terminó volviéndose obras de limosna o de caridad. Una libertad responsable, un Estado eficaz, y una cooperación infinita, pueden ser la clave para resolver el problema del hambre en el mundo y de otros problemas globales.



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