Humor y filantropía

Cuando nos hablan de la filantropía, de la caridad, de la ayuda, o de la compasión, pensamos que es algo triste poco divertido. la filantropía debe ser alegre, debemos cooperar con entusiasmo, con buen humor, más aun yo creo que el humor o el buen humor es una forma de hacer filantropía.

Dar alegría, empezando por nosotros mismos, es una forma de hacer filantropía, que debe tener como punto de inicio nuestra propia persona. Esas imágenes de individuos caritativosque sufren, son imágenes que debemos reemplazar por otras donde se haga filantropía con alegría y felicidad.

La seriedad no es filantrópica, no es caritativa, la alegría sí. Eso no implica que sólo los comediantes son filántropos, también los no comediantes debemos dar risa, felicidad, o alegría. Debe ser como una disciplina. La seriedad supuestamente produce respeto ( como diría Osho), pero ¿ para qué? Para ser más importantes, más aceptados, más queridos.

Yo creo al contrario, que entre más serios menos nos respetamos a nosotros mismos, y eso lo digo empezando por mí (no crean). Por eso escribo cuentos ¿qué hace un abogado escribiendo cuentos?, esos cuentos no me dan respetabilidad, pero me dan risa, me dan alegría. Tal vez mi verdadero blog de filantropía sea mi blog de cuentos.

Dejemos esa idea de la filantropía triste, y cambiémosla por la idea de la filantropía feliz, generemos en nuestra mente el pensamiento de asimilar la ayuda y la cooperación con la felicidad, por eso mucha gente aborrece la filantropía, porque les parece aburrida y melancólica. 

Una nueva visión de la filantropía es necesaria, la de hacer felices a lo demás, la de hacernos felices, la de hacer filantropía empezando por nosotros mismos. 

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