Documental “Mañana”: el futuro de la humanidad
Francisco Bermúdez Guerra
Dirigido
por Cyril Dion y Mélanie Laurent “Mañana” –o “Demain” en francés- es un
documento fílmico de alto valor social y humano. ¿Cuál es el futuro de nuestra
especie? ¿Qué sucederá con el hombre en diez, en veinte, en cincuenta años?
¿Nuestros hijos, nuestros nietos, tendrán planeta para vivir? Todas estas
reflexiones llevaron a los realizadores a viajar por el mundo para descubrir a
aquellas personas que se oponen a un sistema de vida que está desembocando en
el caos, en la destrucción.
Desde
los cultivadores de hortalizas en campos baldíos en Detroit, hasta los emisores
de monedas alternativas en Inglaterra y en Suiza, pasando por la educación de
alta calidad de Finlandia, y por el maestro de alcaldes en la India que forma
burgomaestres para aplicar el sistema de cooperación.
Definitivamente,
tanto el capitalismo salvaje como el socialismo a ultranza fracasaron con
honores. Ahora, lo que se viene ya no es el poder del “capital” ni de este o de
aquel partido político, no señores, lo que se viene ahora es el poder de la
gente, y esto es lo que quiere transmitir este excelente documental galardonado
con el premio César en 2016.
La
encíclica del papa Francisco “Laudato si”
vería reflejada fílmicamente todo sus ideas en este filme. Urge aplicar un
nuevo sistema de convivencia humano; uno que salve al Planeta, a la humanidad,
a la naturaleza. La acumulación por la acumulación, la monopolización por la
monopolización, es lo que está acabando con la vida vegetal, animal y humana en
la Tierra. El hombre debe retornar a lo simple, a la agricultura de
subsistencia, a la aplicación de combustibles más amigables con la naturaleza,
a un sistema de vida que piense en el hombre y no en “algunos hombres.”
En
Francia hay una empresa social que fabrica sobres, su indicador de ganancia es
el “servicio” que brinda y no el lucro. Las utilidades se reinvierten en la
misma empresa para cobrar una precios más bajos y para emplear a más personas.
¿Era esto la lógica económica clásica? ¿La racionalidad económica ortodoxa? Yo
creo que no, de hecho este nuevo sistema humano se basa en el sentido común, en
el sentido de conservación de la especie, por lo que la ortodoxia simplemente
se opone al sentido común. “La economía debe estar al servicio del hombre y no
al revés” decía Jorge Eliécer Gaitán.
El
capitalismo como lo conocemos con toda su ortodoxia ha fracasado, lo sentimos.
El socialismo ya fracasó estruendosamente –recordemos la URSS y su combo-.
Ahora, lo que debe primar es el hombre, es su felicidad, es su subsistencia.
¿Cómo parar este frenesí de desarrollo infinito? Contrarrestándolo con
cooperación infinita.
El
modo de vivir humano actual está resultando peligroso para el futuro de la vida
en el planeta Tierra. Para satisfacer los intereses de unos cuantos no se puede
destruir toda la vida: eso es de idiotas. Pues bien, muchos idiotas piensan que
eso, eso de conservar la vida es populismo, es mamertismo (pensamiento de
izquierda) o que eso de la ecología es de “comunistas resentidos.”
El
documental, este excelente documental describe casos supuestamente aislados
sobre cómo los hombres se unen entre sí para salir adelante, para comer, para
respetar a la naturaleza, para respirar mejor, para mejorar la vida en general.
La clave de todo el documental es “cooperación”, es cooperar unos con otros, en
ayudarse unos con otros, es crear riqueza sin destruir al otro, sin
esclavizarlo, sin explotarlo, sin arrasar la naturaleza, sin maltratar “sin
sentido” a los animales.
El
futuro de la humanidad depende de nuestras actuales y presentes decisiones,
¿seguimos pensando que las mismas ideas que priman actualmente nos van a salvar
del apocalipsis? No señor, ¡no! Las ideologías han muerto para darle paso a la
ACCIÓN.
Ya
no es tiempo de ideologizaciones, de abstracciones, solo hay tiempo para
ponerse mano a la obra y ayudar a los más débiles, para generar riqueza útil y
no simplemente riqueza de engorde. Tenemos que ponernos el overol y trabajar,
tenemos que pensar que somos poderosos, que somos ricos, que somos
inteligentes; que no tenemos que depender de los políticos, o de los
multimillonarios o de las organizaciones de poder. ¡No! ¡Todos tenemos el
poder! ¡Tenemos que utilizarlo para salvar al hombre, al Planeta, a la naturaleza!
“Mañana”
es un grito de libertad, pero también es un llamado a ACTUAR, no es tiempo de
quedarnos de bruces esperando que el terrorismo, la injusticia, la corrupción,
el hambre, el desempleo, la desesperanza nos ensombrezcan el entorno, la vida,
el corazón. No, con alegría podemos trabajar para que todos coman, para que
todos puedan tener un techo donde guarecer, para que todos tengan un trabajo,
para que todos tengan salud; y todo, todo esto incluye a la naturaleza, a la
vida de los animales, del Planeta.
Datos sobre este documental:
Título: “Mañana” o “Demain.”
Directores: Cyril Dion y Mélanie Laurent.
El magnífico nuevo documental de Michael Moore: “Where to Invade Next”
Me encantó este filme, está
buenísimo, y no lo hago como simple campaña de promoción y de publicidad,
porque nadie me ha contratado ni me ha dicho que patrocine “Where to Invade Next”, el nuevo documental del polémico cineasta norteamericano
Michael Moore, recordado por producciones como “Bowling por Columbine” y “Farenheit
9/11”.
En esta película –de no ficción-
Michael Moore se traslada a varios países de Europa para supuestamente “invadirlos”
y copiar algunas de sus mejores ideas en cuanto a bienestar social y económico
se refieren. Obviamente que el título del documental es una ironía o un
sarcasmo, y aquí simplemente Moore se burla de las ansias de dominio y de acaparamiento
de los estadounidenses, o por lo menos de la élite política de ese país.
El sistema de pago de vacaciones y de
prima –como llamamos Colombia- que tiene Italia, el sistema de educación
pública de Finlandia y Eslovenia, las cárceles en Noruega, los almuerzos
escolares en Francia, la jornada laboral en Alemania, el movimiento por los
derechos de las mujeres en Túnez, y el sistema financiero en Islandia, son
algunos de los casos que analiza Moore en su documental, y que supuestamente le
sirven de inspiración para copiarlos y llevarlos a su país natal: los Estados
Unidos.
En un tono burlón, sarcástico e
irónico –como todo lo de Moore-, el documental retrata ciertos aspectos del
sistema económico y social europeo o lo que se denomina en ciencia política
como Walfare State o Estado de bienestar. En Italia las vacaciones de los
empleados son pagas y el receso para almorzar en las empresas es de dos horas.
En Alemania, particularmente en Nuremberg se está recordando constantemente el
holocausto de la Segunda Guerra Mundial, para que los alemanes sepan de dónde
vienen y para dónde van. En Francia, el almuerzo escolar es casi digno de
cualquier restaurante francés, hay quesos, hay agua, hay carne, hay verduras,
hay de todo. En Finlandia, la educación es pública y gratuita, lo mismo que en
Eslovenia. En Islandia, los dueños de los bancos que provocaron la gran crisis
financiera de ese país se fueron para la cárcel, toditos todos. Y así, por el
estilo. El documental tiene pasajes muy emotivos en ciertos instantes, y deja
una gran lección: LA COOPERACIÓN.
Ni el socialismo ni el capitalismo
van a salvar el mundo, lo va a hacer la gente a través de la cooperación
universal. En esos países europeos hay un alto nivel de vida debido en gran
parte al desarrollo económico, a que muchos de esos Estados son potencias
mundiales –como lo es Francia o Alemania- pero también a que hay una conciencia
social, una conciencia grupal que les permite pensar en términos colectivos y
no solo en la individualidad, en el individuo únicamente.
Allí está el quid del asunto: hay una
conciencia colectiva, que les permite a las personas pensar en términos
grupales, colectivos, para alcanzar niveles de bienestar altos.
Desafortunadamente el individualismo, tan pregonado en Occidente, solo ha
traído hambre y pobreza, el modelo de desarrollo económico basado en la
avaricia, el egoísmo y la acumulación solo han llevado al cataclismo a los
países que lo han aplicado. En muchos países del mundo hay niveles de
desigualdad increíbles, acumulación de la riqueza desaforada, avaricia sin límites,
¿cuáles han sido los resultados? Injusticia, inseguridad, pobreza, terrorismo,
conflictos sociales y políticos, etc.
Es urgente que en el mundo se
implante un sistema económico y humano basado en la cooperación. El socialismo
fracasó, el capitalismo fracasó, y sus atenuantes también lo han hecho: el
capitalismo de Estado, el socialismo democrático, nada de eso ha servido. Solo
la cooperación, la fraternidad salvará a nuestra especie.
Lo que exhibe Moore en su documental
es solo una muestra de lo que podríamos denominar como Nueva Humanidad. Si el
sistema carcelario noruego se aplica en todos los países del mundo, donde los
reclusos son tratados con compasión, con dignidad, tendríamos una sociedad
humana más sana, y con menor delincuencia. Si a los niños y adolescentes del
mundo se les educa sexualmente se manera clara y ética, tendríamos menos
embarazos no deseados entre la adolescentes. Si la educación es más “inteligente”,
o sea si los niños y jóvenes pasan más tiempo en sus casas con sus papás y el
colegio se concentra en dar la mejor educación durante la horas de clase,
tendríamos mejor nivel de enseñanza. Sin embargo, para implantar todas estas
ideas de requiere de COOPERACIÓN. Si hay unas o varias personas en una sociedad
que solo piensan en acumular, en dominar, en acaparar, pues en esa sociedad hay
un problema grave; el asunto es que los hay, y no solo hay algunas personas
sino que hay cientos y miles que solo piensan en su propio bienestar en
desmedro de la gran mayoría, por eso el caos.
Yo recomiendo sobradamente que todas
las personas en este planeta, en Estados Unidos, en Colombia, en Venezuela, en
Uruguay, en Chile, en Japón, en Indonesia, en todos los lugares, miren este
nuevo documental de Michael Moore. Que el documental les sirva para reflexionar
a los políticos y a la ciudadanía en general. ¿Por qué no podemos implantar un
sistema de educación universal como lo tienen en Finlandia? ¿Por qué no podemos
humanizar las cárceles como en Noruega? ¿Por qué no podemos llevar a la cárcel
a los ladrones de cuello blanco que quebraron el sistema financiero como lo
hicieron en Islandia? ¿Por qué no hay un movimiento por los derechos humanos de
manera amplia y contundente como lo hubo en Túnez?
Ojalá este documento fílmico se pueda
ver de manera más amplia y colectiva, y que no pase desapercibido. Porque los
filmes que promueven la violencia, la lujuria, la corrupción, el crimen, la
estupidez, tienen amplia divulgación; mientras que las películas constructivas
y educativas –como este documental de Michael Moore- pasan de agache, o
simplemente no se exhiben por falta de conciencia, por falta de interés en
promover una nueva humanidad, una nueva sociedad, más pacífica, más próspera,
más social, más educativa, más humana en general.
http://fbermudezg.wix.com/proyectoarikayasis
http://fbgfilantropia.blogspot.com
¿Por qué atacan a la filantropía?
Parece ciencia ficción pero
es verdad, es real; la filantropía está en la mira de muchos, para ser atacada,
defenestrada, calumniada. Ayer leía un artículo sobre una supuesta
investigación que se ha llevado a cabo contra las labores filantrópicas de los genios
de la informática como Bill Gates o Mark Zuckerberg.
El artículo en comento
–palabras más, palabras menos- aseguraba que tanto Gates como Zuckerberg
llevaban a cabo labores filantrópicas con el objetivo de lavar imagen, obtener
exenciones tributarias, monopolizar mercados inexplorados y expandir sus
respectivos imperios corporativos, todo a costa de su labor caritativa, o con
la excusa de llevar a cabo una misión filantrópica.
¿Qué tengo yo para decir
sobre esto? Desde hace más de ocho años vengo investigando este tema –el de la
filantropía- y creo que sí, que hay mucho interés egoísta y mezquino a la hora
de ayudar, cooperar o mejorar las condiciones de vida del prójimo, sin embargo,
y como el mismo Bill Gates lo ha dicho, si hay gente que realiza filantropía
por motivos egoístas no nos importa, lo que en realidad nos debe interesar es
que se hagan, se realicen esas obras sociales. Gates ha llamado esta forma de
asumir la filantropía como “capitalismo creativo”.
La filantropía
sorprendentemente tiene muchos enemigos, sobre todo entre personas
supuestamente cultas e ilustradas. No les gusta que los ricos donen parte de su
fortuna a obras sociales, no les gusta que los ricos hagan publicidad de esas
mismas obras sociales, no les gusta la idea misma de la filantropía.
Como ya lo he asegurado
varias veces, el movimiento de la filantropía y de la cooperación está atado al
advenimiento de la Nueva Humanidad; una nueva sociedad de hombres con nuevos
valores y con nuevos paradigmas dirigidos hacia el progreso, la humanidad, la
bondad y la cooperación. Lógicamente todo esto no les gusta para nada a los que
están atados al pasado, a las viejas ideas de egoísmo y mezquindad, a los que
se enriquecen por culpa de las guerras, de la violencia, de los conflictos, del
hambre y de la miseria; a todos aquellos que viven del mal no les gusta la idea
de la filantropía.
En lo personal, y tengo que
decirlo, he recibido burlas, insultos, calumnias y comentarios estúpidos
relacionados con mi afición por el tema de la filantropía. No es tema popular o
taquillero, la gente sospecha sobre manera de las personas que se dedican a
hacer obras sociales, los consideran “comunistas asolapados” en algunos casos,
en otros los consideran “hipócritas utilitarios”, o simplemente “pobres imbéciles
idealistas”.
Muchos millonarios donan
cantidades inmensas de dinero a obras sociales con el objetivo de obtener
exenciones tributarias o recompensas sociales (como premios, distinciones,
publicidad positiva). Sin embargo, y como ya lo advertí, la finalidad es lo de
menos, lo importante es que realizan esas contribuciones. Hacia futuro, y ese
es el ideal, no solo los ricos harán filantropía sino que todos la harán. Ese
es el verdadero cambio o salto cuántico en la conciencia del hombre.
El problema de los críticos
de la filantropía subyace ahí, en que se oponen a un cambio de modelo de
convivencia humana. El nuevo mundo que nos espera será muy diferente a lo que
hoy vivimos, completamente diferente, y esos opositores a la filantropía lo
saben, lo sospechan. Se oponen a la filantropía y a las ideas de cooperación
porque están seguros que el mundo en el que vivimos morirá algún día, y esa
gente que vive de la miseria, de la pobreza, del hambre, del conflicto, de la
guerra, de la perversidad tendrá que dedicarse a hacer otra cosa, y obviamente,
esa gente no quiere perder su modo de subsistencia, de riqueza, sus corruptos
privilegios, quieren irse al fondo del mar con toda la humanidad, no importa a
qué costo.
Los enemigos de la
filantropía y de la cooperación no se oponen realmente a lo que hace hoy la
filantropía, se oponen a lo que significa hacia futuro ese nuevo modelo de
convivencia humano. Por eso entran en cólera, no les gusta que Bill Gates o
Mark Zuckerberg hagan donaciones de dinero, ni les gusta que nadie lo haga,
porque eso significa realmente acabar con el viejo modelo de convivencia humano
basado en la exclusión, en la esclavización, en la dominación. Quieren que
nadie done nada a nadie, que cada quien se salve como pueda, que el viejo mundo
siga andando moribundo y haciendo estragos.
Lo que hoy vivimos como
filantropía es solo un primer paso muy precario de lo que vendrá hacia futuro,
y hoy me permito anunciarlo; cuando este tema coja impulso será algo que no
podrá pararse, será algo grandioso, será el advenimiento de una nuevo mundo y
de una nueva humanidad. Cuando los seres humanos nos demos cuenta que la única
forma de asegurar la supervivencia es cooperando entre todos, cambiaremos de
mundo, de paradigmas, de ideas, de realidad.
En Estados Unidos, por
ejemplo, ya hay pueblos en los que está prohibido donar comida, qué barbaridad.
Darle de comer al hambriento es un delito en esos lugares. La filantropía
quiere criminalizarse porque es una idea que acabará con la antigua forma
enferma de vivir. A los enemigos del Nuevo Mundo no les gusta esa idea de la
cooperación, de la ayuda infinita, de la compasión, de la responsabilidad
social; no, a esta gente solo les gusta el conflicto, el hambre, la guerra, la
destrucción, el egoísmo, la mezquindad, el materialismo. Harán todo lo posible
por desprestigiar las ideas de filantropía, de cooperación; harán todo lo
posible por aniquilar el germen de la nueva humanidad. Porque eso es la
filantropía que hoy vivimos, que hoy experimentamos, es solo un germen.
A todos esos críticos del
modelo de filantropía yo los invito a hacer algo por su prójimo, por los
familiares que se encuentran en estado de pobreza o de enfermedad, por sus
vecinos que estén atravesando una situación difícil; yo los invito a reunir energías
para ayudar a los demás, para ayudarnos entre todos. ¿Qué ganan denigrando de
la filantropía? ¿Qué quieren obtener? ¿Un premio periodístico? ¿Un aplauso del
status quo mezquino y miserable? No sean ingenuos; las ideas que hoy atacan
serán las que van a imperar en un tiempo futuro que ojalá sea próximo.
¿Hacer o no hacer filantropía?
Hace algunas semanas estaba
mirando un documental sobre la vida del fallecido fundador de la empresa Apple
Steve Jobs. Fuera de todo lo que sucede en esta pieza fílmica biográfica, lo
que más me llamó la atención fue el tema de la postura de Jobs frente a la
filantropía. Para este genio –aunque para algunas personas no tanto-, la
filantropía era una pérdida de dinero. El documental, palabras más palabras
menos decía lo siguiente: “Mientras que para Bill Gates era importante hacer
filantropía, para Jobs no lo era, él pensaba que era inútil”.
Mucha gente piensa igual
que el fundador de Apple –que en paz descanse-; para estas personas la
filantropía es inútil, es botar el dinero a la caneca, es contraproducente.
Bill Gates –el hombre más rico, y el mejor filántropo del mundo- piensa
totalmente diferente, de hecho, el promueve una idea que se denomina el “capitalismo
creativo”, que es un forma de promover la filantropía utilizando los impulsos
egoístas de las personas; muy Bill Gates, ¿no es cierto? Pues sí, el señor
Gates ha donado miles de millones de dólares en computadores, vacunas y otras
ayudas a países del Tercer Mundo.
Steve Jobs, el fundador de
Apple –la empresa mejor valorada del mundo-, pensaba todo lo contrario que
Gates. Otra importante personalidad del mundo de la finanzas, el expresidente
de la Reserva Federal Alan Greenspan también era o es enemigo de la idea de
llevar a cabo la filantropía, aunque no sé si en los últimos años habrá
cambiado de idea; yo creo que no. Estos enemigos de la filantropía cuestionan
la eficacia de las ideas de cooperación, de ayuda, de compasión, porque tienen
en sus cabezas un paradigma insalvable: la filantropía es dar limosna, y la
limosna es solo un paliativo, y a veces es peor ayudar que no ayudar.
Este paradigma de la
filantropía como “dar limosna” lo hemos cuestionado muchas veces. La
filantropía es una actitud activa de cooperación con los demás seres vivos,
incluso con los animales y con el medio ambiente. La filantropía no es “dar
limosna”. ¿Sirve para algo la cooperación? ¡Claro que sí! Sirve para crear
abundancia y prosperidad nada menos y nada más. Sin embargo, como en el mundo
actualmente prevalecen las ideas de dominación, la cooperación es vista
sospechosamente por todos aquellos que piensan que los seres humanos deben
dividirse en dos: los amos y los esclavos. Empero, para todos aquellos que
pensamos que los seres humanos somos seres libres, la cooperación es una forma
de adquirir esa libertad, por lo menos desde el punto de vista económico.
Una persona que no es libre
económicamente está sujeta con el tiempo a ser víctima de la dominación
descarnada por parte de los abusadores del poder. Por lo tanto, para todos
aquellos que luchamos por la libertad, la cooperación y la filantropía son
esenciales para adquirir esa libertad. Personas como Jobs o como Greenspan
están con un pie en el antiguo modo de convivencia humano y con el otro están
en el nuevo. Jobs fue un visionario, un genio, un empresario, un emprendedor,
pero en este tema de la filantropía se equivocó de cabo a rabo.
La única forma de que la
especie humana sea feliz y libre es a través de la cooperación, cambiando
nuestro sistema de convivencia. La filantropía es esa actitud positiva ante los
demás seres; sin embargo, el sistema que está haciendo agua –que se está
autodestruyendo- en el mundo piensa que el ser humano debe ser un explotador y
que solo puede sobrevivir el más fuerte; el darwinismo social en su máximo
esplendor. Estas ideas son las que tienen al mundo en la actual crisis que
padecemos. El hambre, la injusticia, el terrorismo, la crisis climática, la
inequidad, el desempleo, son consecuencias o derivaciones del sistema de
convivencia humano basado en la dominación; mientras este sistema siga
imperando la supervivencia del hombre está en peligro.
Dice un proverbio: “Es
preferible enseñar a pescar que dar el pescado”, esto quiere decir que es mejor
educar, instruir o simplemente crear las condiciones para que la gente salga
adelante por sí misma. De cierta forma, este proverbio es verdad; sin embargo, también
hay que aceptar que en muchas ocasiones ni siquiera se puede enseñar a pescar,
y que por lo tanto lo único que queda es tener compasión.
Mucha gente tampoco
practica la filantropía por pereza, por ignorancia –en la mayoría de los casos
es por esto-, por negligencia, o por simple falta de humanidad. Estas personas
que no hacen filantropía por pereza, por ignorancia, por negligencia, por falta
de humanidad, de cierta forma carecen de sentido común, porque si lo tuvieran
se darían cuenta que es mejor ayudar y cooperar que quedarse en un rincón
desperdiciando el dinero y los recursos.
Conozco gente que prefiere
tirar el dinero y la comida a la basura que dárselo a la gente que lo necesita,
¿por qué? Porque están totalmente hipnotizados por las ideas del antiguo
sistema de convivencia humano basado en la dominación. Esta gente no sabe que
se está autodestruyendo. Por eso, es mejor hacer filantropía.
Proyecto Arikayasis: ideas para una nueva humanidad
¿Qué es Arikayasis? Es una novela que escribí
hace dos años; está referida a una espada mágica, que a manera de Excálibur en la mitología arturiana,
concede poderes sobrenaturales a quien la posee. La espada representa el poder
del pensamiento, de las ideas, de cómo la mente puede ser utilizada para el
bien y la justicia o para el mal, la crueldad y la inhumanidad.
Precisamente así bautizamos
a nuestro proyecto, como Arikayasis.
Para denotar ese compromiso con una nueva forma de pensamiento, con unas nuevas
ideas que no solo están empezando a germinar en una o en algunas personas, sino
que realmente se han convertido como en
una especie de pandemia, pero positiva. Mucha gente en el Planeta está preocupada
por el futuro de la raza humana, de lo que vendrá para las próximas
generaciones e incluso por lo que le pueda pasar a nuestra especie en los
próximos años.
En Proyecto Arikayasis
queremos hacer propuestas, reflexiones sobre todos estos temas, en diferentes
ámbitos del conocimiento. No solo en la política, en la economía, o en la
filosofía, sino también en el arte, en la cultura, está presente nuestro proyecto.
Creemos que el verdadero
problema de la humanidad está esencialmente en el tipo de valores que protege.
Si seguimos pensando que el lucro personal, que el egoísmo, y que el
individualismo van a cambiar nuestra sociedad, pues estamos muy equivocados. De
hecho, esas ideas anacrónicas son las que están acabando con nuestra especie a
través de las guerras, del hambre, del terrorismo, de la injusticia, de las
enfermedades incurables.
En Proyecto Arikayasis hemos
propuesto nuevas visiones de temas recurrentes, que pueden o no ser compartidas
por los demás; sin embargo, lo que queremos es eso, que haya reflexión, que
haya discusión.
Los invitamos entonces a
participar en este proyecto, a visitar nuestra página web y a enviarnos sus
propuestas, sus comentarios, sus inquietudes; y que todo sea por el
advenimiento de una nueva humanidad.
Página web: http://fbermudezg.wix.com/proyectoarikayasis
Cuenta de Twitter: http://twitter.com/PArikayasis
Cuenta de Twitter: http://twitter.com/PArikayasis
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